En el #DíaDelPadre, saludamos a todxs aquellos quienes quieren estar presentes y participan de forma más activa en la vida y educación de sus hijes. Y nos preguntamos ¿Son suficientes solo 2 días de licencia?
CEMUPRO junto a la Fundación para Estudio e Investigación de la Mujer FEIM, Mujeres en Igualdad MeI, Amnistía Internacional y al Equipo Latinoamericano de Justicia y Género ELA lanzamos una campaña por más y mejores licencias, para achicar la brecha de género en las tareas de cuidado.
Hoy las licencias refuerzan la brecha de género en las tareas de cuidado y estas responsabilidades recaen principalmente en las mujeres.
Después de más de un año de pandemia y de convivencia con sus hijes, el tiempo que le dedican los varones a su paternidad aumentó. También así, la expectativa de cambios más profundos: participar en forma más activa del cuidado infantil.
Entonces, nos preguntamos ¿Son suficientes solo dos días de licencia?
A pesar de que el movimiento feminista ha buscado por décadas incluir de forma igualitaria a las mujeres en el mercado en laboral, el avance de los hombres en el trabajo doméstico y de cuidados es muy bajo.
¿Cuáles son algunas de las barreras para la equidad de género en el cuidado?
La falta de licencia de paternidad paga y adecuada: La mayoría de los padres reclama que se amplíe la licencia por paternidad, que actualmente es de 48 horas –igual que por mudanza–, pero la mitad sostiene que si llegara a tomarse dos semanas lo perjudicaría en su trabajo.
Estereotipos de género: El cuidado es visto como responsabilidad de las mujeres como cuidadoras competentes. Es necesario quitar la responsabilidad exclusiva a la maternidad y que los varones ocupen mayor tiempo para ejercer su paternidad.
Falta de seguridad económica y apoyo gubernamental: Las leyes vigentes, la inseguridad económica y la organización del mercado de trabajo hacen creer a los padres que el uso de una licencia más extendida les generaría perjuicios en su empleo.
Para asegurar paternidades responsables y presentes necesitamos un cambio cultural que venga de la mano de políticas públicas y cambios estructurales como extender las licencias por paternidad para promover la corresponsabilidad en las tareas de cuidado.
